miércoles, 4 de noviembre de 2015

DEBUTANDO CON PICADORES

Después de un tiempo sin aparecer por aquí, más de un año, quiero intentar retomar esta aventura que comencé con mucha ilusión pero que debido a mis obligaciones diarias la tuve que dejar aparcada en el cajón del olvido.


Quiero intentar, periódicamente, volver a darle vida a este trocito de mí..., de mis vivencias, de mis pensamientos, de mis creencias; en definitiva de una parte importante de mi vida.


Y que mejor que volver a debutar que intentar sacarle punta a un tema que en los últimos tiempos está dando mucho más que juego y no es otro que la LIMITACIÓN DE EDAD DE LOS COSTALEROS por parte de algunas hermandades. Tema que desde algunos años se viene cociendo y dando forma en ciertas cofradías de Sevilla. Tema que daría para que corriesen ríos de tinta y que al final de todo no creo que sirviera para llegar a un punto de encuentro.


Yo personalmente me posiciono totalmente contrario a que una junta de gobierno se adentre en los terrenos que pertenecen única y exclusivamente a un capataz.


Hubo un tiempo, parece que lejano, en los que los cabildos de hermanos elegían a su Hermano Mayor, éste elegía a su junta de gobierno, ésta a su capataz y este último era que escogía a sus costaleros con total libertad; pero parece que hay algún eslabón de esta cadena que se ha invertido o se ha roto.


He tenido la suerte de torear en muchas plazas y algunas muy buenas, y he podido compartir cartel con hombres que con más de la dichosa edad han sido y son auténticos referentes en el trabajo de la gente de abajo. Hombres que curtidos en otra época, no tan próspera en número, y a lo mejor tampoco en calidad, han puesto y ponen toda su sabiduría al servicio de una cuadrilla, cosa de la que todos nos beneficiamos incluido la propia hermandad para la que presta sus servicios.


No creo que una junta quiera poner límites por el simple hecho de ponerlos, sino que estoy plenamente convencido que detrás de toda esta historia hay una cuestión meramente económica y de búsqueda de recursos, que al fin y al cabo es lo que buscan la mayoría.


También soy un convencido pleno de que el problema de todo esta historia no radica en tal o cual imposición de una junta determinada sino de la aceptación o bajada de pantalones de una capataz aceptando algo que a buen seguro no comparte, pero por miedo a... se acepta. Todo sea por salir en la foto.


Creo que esto camina hacia un rumbo complicado y peligroso. Pero a mí personalmente, estas historias me hacen valorar aún más unas formas de trabajar, unas creencias forjadas con la experiencia de muchos años y muchas semanas santas, formas y creencias de las que te sientes orgulloso de formar parte de ella.


La vida es una noria que hace que unas veces estés abajo y otras arriba, y quien sabe si dentro de unos años estaremos reclutando a hombres a los que injustamente se les echó de abajo por que ya no se confiaban en ellos. La confianza y la valía de un costalero no la puede determinar una junta de gobierno es sólo competencia de su capataz.


Quien sabe si alguna vez a las hermandades se les acaba la gallina de los huevos de oro y tienen que tirar de CAPATACES sin imposiciones y éstos de hombres de más de 50 años para que sus imágenes se vuelvan a pasear.


Pudiera parecer una utopía pero convencido estoy de que no lo es... tan sólo el tiempo será el que juzgue sentencia.

domingo, 27 de julio de 2014

Blanco y negro, COLORES DE ANTAÑO, colores de añejo...

Estas son algunas fotografías de los oficios de fuerza, afines al río, cargadores que en la primera mitad de siglo fueron costaleros de esas cuadrillas profesionales, para posteriormente serlo gente de la zona de los mercados de la ciudad y obreros hasta la diversificación de hoy en día.

El pregonero, Enrique Henares, en base a las declaraciones de sus entrevistados para su tesis, afirmó que "si no gusta bregar, esto se viene abajo", considerando así la afición como componente importante, aparte de la contraprestación económica que obtenían los antiguos costaleros profesionales.


En este estado de cosas, comentó una anécdota destacando el caso de Alfonso Borrero, un hombre natural de Paterna que cuando llegó a Sevilla "se presentó con sus pantalones de pana en el muelle y se llega a convertir en una persona influyente (capataz de la Virgen del Rosario de Montesión y del Nazareno del Silencio) contacta con círculos sociales, les arrenda fincas y emplea a sus costaleros como trabajadores en estos círculos sin saber leer ni escribir".


Volviendo a las anécdotas, también fruto de los múltiples significados y motivaciones que puede tener el sentirse costalero o querer serlo, fue el ejemplo del tasador del matadero de la Real Maestranza, el que pesaba los toros, que fue embestido por uno que se saltó el burladero, con el resultado de que se le cae la cartera con una imagen del Cristo de la Santa Cruz. Puesto que sale vivo de ese incidente, jura , promete y cumple sacar a ese Cristo al año siguiente rompiendo estigmas sociales que veían mal la profesión de costalero, se identifica con este mundo y le pide al capataz Rafael Franco cada día sacar un paso, entregando los beneficios de su salario a las hermanas de las niñas huérfanas.



El Doctor, López Montes por otro lado, argumentó que el capataz acudía en el auxilio de sus costaleros para satisfacerles económicamente a la hora de pagar un médico o de buscarle mediante sus contactos en la hermandad un abogado que le abogara de un juicio, mientras que los costaleros correspondían con actos como meterse debajo de la Virgen el Lunes Santo que murió un famoso pediatra que atendía a todos los niños de los hermanos de una hermandad sevillana y acompañar su féretro hasta la puerta del templo.



Así, se van formando las nuevas cuadrillas, como la de las " Tres Necesidades".......


Es entonces, cuando empiezan a adentrarse en el mundo del costal, gente de todos los ámbitos de la vida social, ya no sólo son peones del muelle, comienzan a entrar obreros, artesanos, y gente que hace de su profesionalidad, un rezo acallado y prudente.





"Henares, manifestó que los profesionales del costal eran "mal denominados" así porque en ellos concurrían en muchos casos motivaciones como la devoción, también puso en duda de que ésta sea estrictamente sentida y real en muchos costaleros de hoy en día, comprendiendo que los factores de personalidad, emoción y sentimiento religioso "son muy subjetivos, nunca pueden valorarse, ya que el auténtico costalero lo es por afición, que es lo que choca frontalmente con lo que oficialmente y formalmente se puede y quiere pretenderse hacer por las hermandades".




Henares Ortega, afirmó que la consideración de hermanos costaleros en los folletos oficiales con el número de hermanos de las hermandades raya "el límite de la hipocresía", ya que dentro de las cuadrillas "los hay hermanos y no hermanos, y es una realidad que no se debe ocultar", añadiendo que "si no hay afición, no hay costalero, pero es mejor disimularlo hablando del costalero devoto".


Y finalmente, concluye su intervención con una pequeña reflexión personal, en la que nos muestra la verdadera cara de la moneda: "Hay que huir de examinar los íntimos sentimientos religiosos de cada costalero", concluyó Henares, que añadió que "resulta injusto e impresentable prescindir de los buenos costaleros por la presunta existencia de los hermanos costaleros, con esto se vuelve a los tiempos de la mínima consideración social hacia el costalero, y se llega a dar eso del yo trabajo con o yo voy con (capataz) en vez de yo saco a (imagen titular)", finalizando "ni presunto profesionalismo ni devoción fingida, siempre respeto a esa afición, que es patrimonio del alma, y el alma patrimonio de Dios".

domingo, 1 de junio de 2014

NADA SUCEDE POR CASUALIDAD...



Ciertamente cuando estás cerca de la Macarena es como si se respirara otro aire, te das cuenta de que todo es distinto.


Con los actos con motivo del 50 aniversario de su Coronación, Sevilla ha demostrado que vive por y para Ella. Sevilla y lo que no es Sevilla.


A su besamanos ha acudido gente venida desde muchos puntos de Andalucía incluso de fuera de ella. Aguantar colas de más cuatro horas, sólo lo hace la fe y la necesidad de encontrarse cara a cara con Ella.


En estos momentos en los que tanta falta hace a la sociedad la palabra Esperanza para seguir caminando en esta vida, es cuando más tenemos que agarrarnos a esa Esperanza terrenal que tanto nos ayuda día a día.


Sabía de su Grandeza pero el pasado martes constaté que lo de la Macarena no es comparable a nada, por mucho que intenten en buscarle competidores. No es terrenal pasa a lo divino.


Gracias por lo que me contaste y acuérdate siempre de lo que te pedí.


A TUS PLANTAS SIEMPRE MACARENA

DE VUELTA




Después de un tiempo ya estamos de vuelta...